Sarcopenia
Qué es?
La sarcopenia se define como una enfermedad caracterizada por la pérdida progresiva y generalizada de la masa del músculo esquelético, y su función (pérdida de fuerza y / o deterioro del rendimiento físico), asociada al envejecimiento, que conduce a un mayor riesgo de resultados menos exitosos. , a saber, limitación funcional, baja calidad de vida y muerte prematura.
En general, la sarcopenia aparece a partir de los 45 años en los hombres y a partir de los 55 en las mujeres, empeorando año tras año. Es importante señalar que esta enfermedad también puede afectar a los jóvenes, sin embargo es más prevalente en los ancianos.
Los factores de riesgo de sarcopenia incluyen la edad, el sexo y el nivel de actividad fÃsica. A medida que envejece, la masa corporal magra se pierde, mientras que la masa grasa se puede conservar o incluso aumentar. La pérdida de masa muscular puede estar asociada con un aumento de la grasa corporal, por lo que, a pesar del peso normal, existe una marcada debilidad, esta es una condición llamada obesidad sarcopénica.
Debe ser importante prevenir o retrasar, en la medida de lo posible, la aparición de esta afección, mejorar la calidad de vida y reducir la demanda de cuidados de larga duración. Las intervenciones para la sarcopenia deben desarrollarse prestando más atención al ejercicio y las intervenciones nutricionales.
Existe una importante correlación entre la inactividad y la pérdida de masa y fuerza muscular, lo que sugiere que la actividad fÃsica deberÃa ser un factor protector para la prevención de la sarcopenia.
Es importante mencionar que esta enfermedad solo se puede combatir mediante el entrenamiento de fuerza. El entrenamiento de fuerza es sumamente importante, especialmente en los ancianos, ya que estos ayudan a reducir los efectos del envejecimiento, contribuyendo a una mejora de la función neuromuscular. El entrenamiento de fuerza sistemático puede aumentar los niveles de fuerza en los ancianos y disminuir las pérdidas.
Inicialmente, el fortalecimiento de ligamentos y tendones, así como la ganancia de movilidad y flexibilidad de las articulaciones, es fundamental para luego comenzar el entrenamiento de fuerza.
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La pérdida de flexibilidad en tendones y ligamentos se debe a un déficit de colágeno que los hace más gruesos y menos flexibles y a la degradación del tejido conectivo fibroso que reemplaza las fibras musculares con fibrosis.
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Para concluir, te recomiendo encarecidamente contratar a un profesional que te acompañe y planifique un trabajo para mejorar tu calidad de vida si has contraído esta enfermedad. Las pérdidas serán inevitables, sin embargo, puedes reducirlas mediante ejercicio físico y una nutrición adecuada.
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Espero haber aclarado todas las dudas sobre esta enfermedad, sin embargo, no dudes en contactarme para cualquier aclaración!